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11 enero 2008


Capítulo 2: La Advertencia de El Dobby

Un ser extraño estaba acostado sobre su cama. Jamás había visto un ser así, era bajito y delgado, con una cabeza enorme, las orejas parecían alas de murciélago. Llevaba puesto una chupa negra y unas gafas de sol que tapaban la mitad de sus enormes ojos verdes. Zanky tenía el presentimiento de que era él quien estaba antes jugando con el melocotonero.

- ¿Qué pasa nen? mola mazo tu cama tío, es lo más. - Aquel ser estaba tumbado, con un cojín en la espalda, con las piernas cruzadas y leyendo una revista.

- ¿Qué... qué eres tú?

- ¿Yo? Soy el Dobby nano, un elfo doméstico. Ven aquí, chócala tío, te estaba esperando.

Zanky se acercó a chocarle su mano de cuatro dedos.

- Verás nano, voy a ir directo al grano, tú no puedes ir este año al cole, y ya está, no te enfades conmigo tronco, pero no puedo contar nada más - El Dobby se había sentado para poner su mano sobre el hombro de Zanky, parecía hablar en serio.

- Pero... ¿por qué? yo no pienso quedarme en esta casa de muggles, soy un mago, Hogwarts es mi hogar, allí tengo a mis amigos.

- ¿Tus colegas dices? ¿esos que no te han escrito ninguna vez en todo el veranito nen? ¿ni siquiera has recibido los anisetes? jo tío, eso no son coleguis...

- ¿Cómo sabes lo de los anisetes y que no he recibido cartas suyas? - Zanky estaba empezando a sospechar.

- Tío, no pienses mal, yo soy tu colega, quiero ayudarte, los anisetes estaban de lo más, para chuparse las patas, pero las cartas ni las leí, total... sólo dicen cursiladas nano...

- ¿Qué has hecho qué? - Zanky estaba muy enfadado.

- Tío de verdad, es para echarte un cable, no debes volver al cole este año, te puedes comer un pedazo de marrón increible, te lo digo yo que lo sé... - El Dobby comenzó a patalear y tirar cosas al suelo. - No debí decir eso, no debí decir eso...

- Vale, vale, tranquilo, a ver, Dobby...

- El Dobby.

- ... El Dobby, siéntate por favor.

- ¿Yo? vaya tío, había oído hablar muy bien de tí colega, pero jamás nadie, ningún mago ofrece nada a los elfos, gracias tío, eres un colega que te pasas, tú si que vales, eres un tío legal, no como mi pringao... - El Dobby comenzó a patalear y tiró la lampara al suelo. - No debí decir eso, no debí decir eso.

- Tranquilo El Dobby, tranquilo, ¿quién es tu pringao?

- La persona para la que trabaja El Dobby, cada elfo tiene una casa y un dueño a los que servir, debemos serles leales, por mucho que nos jorobe...

- Ya veo... ahora explícame ¿por qué no puedo ir a Hogwarts este curso?

- Porque... porque... nano, porque no, hay muchas cosas chungas en el castillo este curso, no vayas nano, estarás en peligro chungo tío, no dejaré que a un mago tan way como tú le pase nada malo tío.

- Pues me da igual lo que digas El Dobby, aquí no puedo seguir, pienso ir a Hogwarts y no puedes hacer nada para impedírmelo - Zanky se tapó la cara por si acaso.

- Con que no ¿eh? no me pongas a prueba macho, que yo soy muy duro.

El Dobby salió corriendo de la habitación hacia el piso de abajo, Zanky lo persiguió, no quería problemas con sus tíos, ahora estaban reunidos con los invitados y si tío Vernon le veía hacer algo se le caería el pelo.

Dobby estaba en la cocina, hizo un movimiento de mano y el cazo con la salsa de arándanos salió por los aires, llenando toda la cocina con manchas moradas.

- Nos vemos nano. - El Dobby desapareció y Zanky se quedó sólo en la cocina, contemplando el desastre.

Tío Vernon no tardó en llegar, y allí encontró a Zanky intentando lamer las paredes.

- ¿Pero qué? Zanky Potter, esta vez te la ganas, ya ajustaremos cuentas tú, yo y el alargador... - Tío Vernon se giró hacia el comedor, donde estaban los invistados - Disculpen, es mi sobrino, que está mongolo y cuando le dan ataques psicóticos rompe cosas, no sé cómo habrá escapado de su camisa de fuerza... enseguida lo vuelvo a encerrar...

De la ventana del salón entró un loro verde con una carta, se posó sobre la cabeza de la señora del jefe de tío Vernon.

- ¡¡Quítamelo!! ¡¡Quítamelo!! - la señora se desmayó del susto, a Zanky le recordó a Ron.

El jefe de tío Vernon se disgustó muchísimo, su mujer tenía fobia a las aves, salieron corriendo hacia un hospital, mientras tío Vernon estaba rojo de ira, abrió el sobre y leyó la carta después de echar al loro a base de raquetazos.

" Estimado señor Zanky Potter:
Nos ha llegado la información acerca de un hechizo levitatorio realizado en su domicilio. Debe recordar que no está permitido el uso de magia fuera de su escuela actual: Hogwarts. Y mucho menos está permitido el uso de magia delante de muggles, o gente no mágica. Por lo tanto le hemos descontado 100 galeones como multa, revise el estatuto de magia para conocer las normas. Esperamos que no se vuelva a repetir o tendremos que tomar otras medidas.
Que pase un buen día.
Mafalda Hopkirk"

Tío Vernon ya no estaba rojo, ahora estaba morado de ira, más morado que las manchas de arándanos de las paredes de la cocina.

- ¡¡COMO NO SUBAS A TU CUARTO EN CUATRO SEGUNDOS TE ARRANCO LAS PIERNAS!! - Antes de que tío Vernon acabara su frase Zanky ya estaba cerrando la puerta de su habitación. Su tío había descubierto que no tenía permiso para hacer magia, su protección había desaparecido con aquel loro verde.

Tío Vernon subió con un martillo, en veinte minutos había puesto verjas de acero en la ventana de Zanky y había cerrado la puerta de su habitación con llave, una gatera en la puerta era por donde sus tíos le metían la comida y sólo podía salir dos veces al día para ir al baño.

- Y ahora vas y lo cascas, já, este año no irás a esa escuela de anormales como yo me llamo Berton... digo: Vernon. Y si intentas escapar usando magia te expulsarán.

Parecía que El Dobby había conseguido lo que se proponía, ya no podía ir a Hogwarts, sus tíos no se lo permitirían. Al tercer día, ya de noche, Zanky compartió sus restos de panes con su loro blanco Hedwig.

- Amo bonito, amo guapísimo, amo bonito, amo guapísimo.

- Gracias Hedwig...

Zanky se durmió en su cama, soñó que estaba metido en una jaula enorme y que la gente le miraba desde fuera riéndose de él, golpeaban sobre los barrotes de acero... Zanky abrió los ojos, ahí estaba la cabeza de Ron, metida entre los barrotes de la ventana.

- ¡Hola Zanky! - Ron puso cara de susto - ¡Oh, oh!

6 comentarios.

  1. Anónimo dice:

    encontró a Zanky intentando lamer las paredes.
    Eso me ha partido de la risa. Me he imaginado a Zanky con las gafas ladeadas pasando la lengua por los azulejos con los ojos desorbitados porque le encanta chupar cosas. Espero los siguientes capítulos con una sonrisa en los labios.

  2. Anónimo dice:

    israelito dijo:

    Hey que pasa nens!
    Joder tronko y tronka, que pasote de capitulo, pa cagarse, toy que me meo socio, me toy descojonando con las pintas del friki ese de la chupa raida nen (H)

    Mola =P

  3. Dania dice:

    jjajaj me arto con el dobby de castelfa!! es genial, se parece mucho a los kinkis de mi barrio, seguro que lleva un bardeo en la chupa de cuero.

    Deseando ver el Proximo

  4. Bettynet dice:

    "El Dobby" es mas chulo que un ocho, jojoo.

    Pero la imagen de Zanky lamiendo la salsa de arándanos de las paredes ya es lo más :)

    Y esa lechuza estilo HL!!

    Esperando el siguiente :D

  5. Anónimo dice:

    Así que El Dobby xD no solo le quitó las cartas sino que también se comió sus anisetes xD
    Jajaja! Me morí al imaginarme a Zanky lamiendo las paredes xD
    ¡Aaaay quiero ese loro! xD ¡Que ternura!

    BeSiToS…!

  6. Anónimo dice:

    jaja... chicos, cada día estan mejores, y esas expresiones que usan... me matan!!, jaja

    "El" Dobby...
    jajaa

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