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09 noviembre 2007


Capítulo 5: El Callejón Diagonal

Zanky tenía miedo de abrir los ojos, no quería que todo lo que había pasado fuera un sueño. Unos golpecitos le hicieron abrir los ojos y mirar hacia la ventana, un loro intentaba entrar. Abrió la ventana y el ave entró y se posó sobre la mesa, tenía un ojo morado y un periódico en una pata.

- Tú debes de ser uno de los loros que estaban en casa de mi tío... ¿qué es esto?

- Lorito bonito trae El Profeta, lorito bonito trae El Profeta.

Zanky retiró el periódico de la pata del loro y oyó como Tita pegaba un ronquido tan potente que el loro revoloteó del susto y aterrizó sobre la cabeza de la mujer.

- ¿Pero qué? Nada, que siempre que sueño con un cachas me tienen que despertar, ¿qué pasa? – Tita parecía muy frustrada.

- Este loro ha traído un periódico – respondió Zanky

- Dale una galletita y se irá, - Tita rebuscó en su bandolera – ale, aquí tienes loro del demonio... ¿y los muggles?

- Creo que se fueron esta mañana temprano, se han llevado la empanada que sobró ayer.

- Perdona pero no se han llevado la empanada, te la he ido dando yo mientras dormías – el loro salió de la casa por la misma ventana por la que entró. – Ahora, vamos a Londres, me muero por ir de shopping contigo.

- Pero mis tíos no me han dejado dinero para...

- Tranquilo, tus padres te dejaron algunos ahorrillos, pasaremos por Gringotts, el banco de los magos, el lugar más seguro del mundo, excepto quizás Hogwarts...

Tita y Zanky fueron caminando hasta una estación de autobuses cercana, Tita buscó en su bandolera algunas monedas muggles para pagar el autobús. La gente la miraba de forma extraña, el traje de guerrera gala y los pelos verdes llamaban mucho la atención, pero a Zanky no le importaba.

- Zanky – dijo Tita por lo bajini – mira ese maromo, me está mirando de reojo ¡ui! Y aquel también, me voy a poner roja, deja, deja que me acerque a saludarles... – Zanky le miró de tal forma que Tita se lo pensó dos veces – vale, vale, no te dejaré sólo.... ¡VEN CONMIGO!

Tita se sentó justo detrás de un hombre alto y guapo que iba en el autobús, y arrastró a Zanky con ella.

- Hola guapo, ¿viajas sólo?

El hombre no sabía qué decir, así que se levantó y pidiendo disculpas se bajó en la siguiente parada.

- Qué vergonzosos son estos muggles... lástima que los magos no sean tan guapos.

Tita indicó a Zanky dónde bajarse del autobús. Continuaron caminando hasta llegar a una acera que tenía una tapa de alcantarilla destapada, y Tita situó a Zanky justo al lado del agujero de la alcantarilla.

- Bien Zanky, creo que no nos ve nadie.... ¡AHORA!

- ¿Pero qué...? – a Zanky no le dio tiempo a terminar su frase, Tita le había empujado hacia la alcantarilla, cayendo en la oscuridad se dio cuenta de que no había sido buena idea fiarse de una desconocida, seguro que era una psicópata secuestra niños.

Zanky aterrizó por fin, y aprovechó que las gafas estaban rotas en el suelo para quitarse los cristales, había notado que se mareaba mucho cuando las llevaba puestas. Cuando se puso de nuevo las gafas, ya sin cristales, se fijó en que aquello no eran las alcantarillas de la ciudad, sino un bar lleno de gente que vestía de forma rara. Zanky se apartó para que Tita aterrizara a su lado, y dijo con un grito:

- ¡¡TENGO A ZANKY POTTER!! ¡¡Y ES MÍO!!

A Zanky le pareció que era un cromo, la gente se giró y se agolpaba a su alrededor, querían tocarlo, manosearlo, ver que era real, algunos le felicitaban, le estrechaban la mano, le pasaban billetes de lotería por la cicatriz en forma de Z...

- Cuidado donde tocáis ¿eh? Poned las manos donde yo pueda verlas – Tita parecía su guardaespaldas personal – ale, ya está bien panda de pendejos, Zanky y yo tenemos que hacer algunas compras y tenemos prisa. ¡Oh! ¡Profesor Quirrell! ¡No le había visto!.

- ¡Ho-hola Tita! Vaya, veo que ha tra-traido al joven Po-Potter de compras! – el profesor Quirrel era una persona muy extraña, llevaba un turbante morado en la cabeza y parecía muy tímido – te enseñaré de-defensa contra las ar-artes oscuras en Hog-Hogwarts, aunque quizás tú no las ne-necesites. – rió con una risita forzada.

Tita guió a Zanky hacia el patio trasero del bar, donde había una pared de ladrillos, Tita parecía feliz, como si le gustara jugar con su rodillo de madera golpeando suavemente los ladrillos, pero no había efecto alguno, la cara de Tita cada vez estaba de peor humor.

- Ditos ladrillos, pensaba que recordaba la combinación – Tita probó de nuevo golpeando algunos ladrillos más – Se acabó, vamos a lo fácil. - Tita buscó en su bandolera y sacó un mazo – Zanky, échate para atrás.

Tita comenzó a darle mazazos al muro de ladrillos, a los pocos minutos había creado un agujero lo suficientemente grande como para pasar los dos.

- Ale, a mí nadie me lleva la contraria, Yo 1, Muro 0. ¡Já!

Zanky pasó a través del agujero y descubrió una gran avenida llena de locales extraños, gente extraña y artículos más extraños aún.

- ¿Dónde estamos?

- Esto, mi querido Zanky, es el Callejón Diagonal. El centro comercial de Londres por excelencia, primero vamos a Gringotts, tenemos varias cosas que hacer allí.

Pasearon a lo largo de la calle, algunos magos jóvenes se concentraban cerca de un escaparate de escobas que, para Zanky, eran del año de la pera, pero hablaban sobre “Quiddtch” y del “Real Latino”.

- Tita, ¿por qué toda esa gente me conocía?

- Mmm... Zanky, no creo que sea la persona más indicada para explicártelo, digamos que tú, de bebé, venciste, no se sabe cómo, a un mago tenebroso, el que mató a tus padres y te dejó esa cicatriz tan chula en forma de Z en tu frente, ese mago oscuro se llamaba Vold... Vold... lo siento, nos da miedo llamarlo por su nombre. Pero soy valiente ¡qué leches! –y en voz bajita dijo- Voldiport. ¡Ole mis...!

- ¿Voldiport?

- ¡Sssh! Pero llámalo quien-da-yuyu-nombrarlo.

Estaban frente a la puerta de mármol de Gringotts, donde un gran cartel rezaba: “Roba y te convertimos en árbol, puedes elegir entre un melocotonero, un cerezo o un almendro”, misteriosamente al lado del edificio de Gringotts había un jardín lleno de esos árboles.

Una vez dentro Tita sujetó a Zanky de la mano.

- Tita, ¿qué son esos seres bajitos y azules?

- Son pitufos, ya les llamaron la atención por ir sin camiseta, pero son geniales guardando oro. No te separes de mí, algunos muerden.

Tita carraspeó cuando llegó a la mesa de papá pitufo, que parecía dormido.

- ¿Qué desea la señora y el muchacho?

- Un cach... esto... queremos ir a la cámara del señor Potter, aquí... – Tita sacó una llave de su bandolera – su llave, y después en la cámara 721 para... – Tita sacó un paquetito y se lo entregó al papá pitufo – lo que usted ya sabe sobre Dumbledore.

- Muy bien... ¡CALIMERO! – gritó papá pitufo - Acompaña a estos dos magos a sus respectivas cámaras.

Un pitufo con una cáscara de huevo en la cabeza les guió hasta una entrada que daba a unas mazmorras oscuras, donde encendieron unas antorchas. Los tres subieron a un carro que empezó a rodar por una vía y a adentrarse en unas oscuras cuevas.

- Siempre me toca el carro más lento, y encima voy con más peso – dijo Calimero gruñendo.

- ¿Me estás llamando gorda? – dijo Tita ofendida.

- Mira a Gulbert, lo rápido que va, y yo aquí cobrando la mitad que ellos porque este carro siempre va lento. – dijo el pitufo ignorando a Tita.

Al cabo de unas cuantas curvas y unas cuantas quejas más de parte de Calimero, llegaron a un rellano donde se bajaron. El pitufo abrió la cámara de Zanky con la llave y pudo ver, asombrado, montones de monedas de oro, galletitas y gafas.

- ¡Waw! Con razón Jaimito siempre tenía la hucha llena... llénate los bolsillos con las monedas de oro y sigamos, tenemos algo de prisa Zanky.

La siguiente parada era una cámara más inferior aún, donde incluso había niebla y hacía calor. El pitufo pasó su pie por debajo de la puerta de la cámara y ésta se abrió como una puerta automática de un supermercado.

- ¡Ding dong ding! Sean bienvenidos a la cámara de máxima seguridad número 721 de Gringotts ¡Dong ding dong!

- Mira tú, ¡qué modernos estos pitufos, hasta la cámara nos da la bienvenida, bien, no te muevas Zanky. – Tita se acercó a la cámara, recogió un paquete y se lo metió rápidamente en su bandolera – ¡¡Isssh!! Me ha dado un escalofrío. Bien, salgamos de aquí, debo llevar esto a Dumbledore lo antes posible.

Al salir de Gringotts Tita acompañó a Zanky hasta la tienda de ropa Madame Malkin’s, y mientras la dependienta le cosía su túnica del colegio, vieron a unas chicas hablando y mirando ropa.

- Tía, esto es super cutre, yo no me pongo esto ni muerta, osea, de verdad, te lo juro.

- Xiquilla, que no é pa’ mí, que é un regalo, tampoco voy a gastarme mis jahorro.

- Ya tía, pero total, en fin... a ver si me compro un modelito ideal para Hogwarts, ¡señorita! Muéstreme sus trajes más caros por fis.

- Perame Jerma, xiquilla, que no he acabao’ aquí, me estás estresando tía, osea.

Tita ignoraba a las dos niñas, sólo se fijaba en lo guapo que le estaban dejando a su Zanky, no veía cómo las chicas la estaban mirando de refilón y simulando arcadas, estaba claro que Tita no iba vestida muy elegante...

Después de comprar los trajes, el caldero, los potingues y otras cosas raras, Tita dejó a Zanky sólo en la tienda de varitas del señor Ollivanders, ella decía que se le antojaba un cucurucho de helado, sabor a pitufo.

- Buenos días, dijo un señor con cara de 500 años. ¡Oh! Señor Potter, le estaba esperando, veamos... pruebe esta varita...

Zanky obedeció, sin salir de su asombro, pero antes incluso de agarrarla el señor dijo:

- ¡No! Esta no no no no, veamos, una más cara... ¡ésta!

El chico ni rozó la siguiente varita con la yema de sus dedos cuando el señor Ollivanders se la retiró de nuevo.

- Uff, no, casi me destrozas el local chavalote, veamos... ya sé, prueba esta, es muy cara, pero creo que... sí, ¡pruébala!

Zanky agarró la varita y la agitó, pero nada ocurrió.

- ¡Sí! Está hecha para ti, se nota que te quiere, ¿has visto la reacción cuando la has sujetado? Bien, son 200 monedas de oro.

Zanky no sabía por qué pero le dio la impresión de que aquel señor le acababa de timar, pagó el coste de la varita y el señor le informó:

- Es una varita de madera de melocotonero, 28 centímetros, elástica, y... lo curioso es que su núcleo, de pluma de pavo real, es hermano de la varita que te hizo esa bonita cicatriz en tu cabolo.

Zanky salió de allí lo más rápido que pudo, ese señor debería estar en un psiquiátrico por lo menos. Fuera encontró a Tita con una jaula, y dentro, un loro blanco.

- No había helado sabor a pitufo, así que te he comprado esto, ¡feliz cumpleaños!

9 comentarios.

  1. Anónimo dice:

    jajjajajja
    Calimero!!!!!!!!! casi me muero cuando lo he leido, jejejjejej
    muy buenoo chicos!!
    Yo también quiero un helado sabor pitufo!!!!!

  2. Anónimo dice:

    Si es que tengo un poderio que no se puede aguantar ,muros a mi JA, jejeje.

  3. Anónimo dice:

    por cierto chicos!!
    me he suscrito al RSS así que me enterare enseguida si actualizais, jejeje.
    PD: si le vais a poner nombres personalizados a algun personaje más, me apunto a ser neville o Luna, ( aunque prefiero neville, jejjej)
    pero imagino que lo dejareis solo con los vuestros. Que mola mucho.

    Besos!!

  4. jajaja los pitufos???? jajaja venga q me habeis matado con eso y uuuyyy a tita ai q tenerle miedo... pero vale q esto esta buenisimo, sigan asi chicos =o)

  5. Anónimo dice:

    jajajjaja juegoooo con mi melocotonerooooo!!!

    Me encantan vuestras historias chicos, es como iros por Skipe.

    Bravo x calimero!!!!

  6. Bettynet dice:

    Jajaja, me he reido un montón!! Tita dándole comida a Zanky mientras dormia, juas, juas, juas... y los pitufos en Gringotts!! jajaja.

    Genial :'D

  7. *boreal* dice:

    JAJAJAJA No he parado de reirme con los capítulos que habéis escrito hasta ahora JjjjAJAJa
    Sois geniales y si de verdad vais a escribir sobre los siete libros, yo me apunto a reirme a carcajada limpia con vosotros hasta el final. ¡Esto promete!
    Voy a correr la voz por dónde pueda
    ¡Tita estás que te sales en esta historia!

  8. Anónimo dice:

    Jajaja!!! si algo le sobra por todos lados es buen humor!!! qué alegría conocer algo más de ti, Zanca!! Tiembla la literatura española...

  9. Gaby dice:

    jjajjaa los melocotoneros persiguen a Zanky xD y Tita sigue protegiendolo.. si asi lo alimenta ella no me quiero imaginar a Molly xDDD y los pitufos? geniaaaaales!

    Nada como la tecnologia de Grigotts xD BUENISIMO chicos! sigo leyendo =P

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