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14 diciembre 2007

Capítulo 14: La Leganessy

Zanky, Jermayoni y Ron decidieron animar a Quirrell para que no cayera ante la presión del profesor Malfoy, siempre que lo veían le saludaban con una sonrisa y se aseguraban de que nunca estuviera sólo por los pasillos. También mantenían vigilada la entrada del tercer piso, por si la puerta de Pelusita estaba abierta. Debían asegurarse de que todo seguía como hasta ese momento.

Estaban en la biblioteca, los exámenes se aproximaban y cada vez tenían más trabajos por entregar para las clases. Jermayoni y Jana estaban en una mesa haciendo una redacción sobre productos naturales para el pelo para clase de Lociones. Mientras Ron y Zanky estaban en otra mesa preparando unos esquemas de Transformaciones.

- Es un rollo estar aquí metidos, ya apenas hace fresquillo, podríamos salir fuera, además ya me está empezando a salir el pelo, ¿pero por qué no sale por la coronilla? Me ha dejado calvo prematuramente, ya se dormirá ya... – Ron lanzó una mirada furtiva a Jermayoni, que le respondió con un “¿Qué miras?” silencioso.

- En cuanto acabemos esto podemos salir un poco, además estar tarde no tenemos clase, podemos ir a ver a.. – Zanky no consiguió acabar su frase.

- ¡¡Tita!! – Ron se adelantó a Zanky.

- Sí, eso, a Tita, no he comido aposta para no tener un empacho a empanadas... – Zanky seguía con la mirada en su pergamino.

- ¿Qué haces aquí Tita? – Ron acabó su frase y Zanky levantó la mirada asustado.

Tita Hagrid estaba allí, en la biblioteca, ocultando un libro y con cara de sorpresa y el pelo de color fucsia.

- ¿Yo? Pues nada, aquí buscando... buscando... ¿habéis visto a Fifí? Vaya por Dios, no está aquí, ya la buscaré por ahí... por ahí fuera... – Tita miró a Zanky - ¿Cómo es eso que no comes? Ya decía yo que estabas cada vez más escuchumizao...

- No, si es broma, me he comido una pedazo pata de cordero.. uff, estoy llenísmo. - Zanky mentía, en esos momentos tenía más hambre que el perro de un ciego.

- Bueno... espero que no sigáis buscando a Xena Flamel... ¡¿DE QUÉ NARICES OS REIS VOSOTRAS?! Como saque la apargata... – Tita estaba a punto de sacar algo de su bandolera, pero la mirada de la señora Pince, la encargada de la biblioteca, era demasiado severa – ya la pillaré en mi cabaña... a esta pija la espabilo yo a base de guantazos.

- ¡Oh! No, ya sabemos quien es Xena Flamel, ahora estamos intentando averiguar quién más protege el disco volador – Zanky le quitó importancia.

- ¡Sssssh! ¿Pero yo que os dije?, andaaaa, ¡¡si tenéis orejas!! Que no os metáis donde no os llaman, ¡¡hombre ya!!, venid luego a mi cabaña, que tenemos que hablar con más intimidad, y ni una palabra a nadie ¿eh? Que quede claro – Tita salió de la biblioteca a grandes zancadas, pero se dio cuenta de su error y disimuló – ¿Fifí? Llama bonita, ¿estás por aquí chiquitina?.

Zanky y Ron se levantaron de sus sillas cuando Tita ya no estaba en la biblioteca, tenían curiosidad por saber qué buscada Tita en la biblioteca.

- Ha sacado ese libro de aquí... esta es la sección de criaturas acuáticas, ¿para qué querría Tita un libro sobre peces? – Ron preguntaba por preguntar, era la excusa perfecta para convencer a Zanky de que dejaran de hacer deberes y salieran a jugar.

- No sólo hay peces, también hay criaturas mágicas, quizás sea para cuidar al calamar del lago.

- Quizás.

- Si...

- Puede ser...

- Es probable...

- ¿Salimos ya de aquí? – Ron no podía disimularlo más.

- Jo que plasta, bueno, vale, total, Dracon ya nos ha quitado las plumas...

Por la tarde Zanky, Ron y Jermayoni decidieron visitar a Tita a su cabaña para hablar cobre el disco volador. Las persianas estaban bajadas pero dentro había luz.

- Emmm... mejor la dejamos ¿no? O sea, igual está con su novio y no quiero tener un trauma tan joven... – Jermayoni parecía preocupada por su integridad mental.

- No creo... – Ron apretó el oído contra la puerta de la cabaña – no se oye nada.

- Mira que sois... y si está con su novio ¿qué? Podemos pasar y que nos lo presente, no hay problema – Jermayoni y Ron se miraron mientras Zanky llamaba al timbre.

“Ting tolín, Ting tolín” Tita abrió enseguida la puerta, estaba vestida con su delantal y unos guantes de goma en las manos.

- ¡Pasad, rápido! – Tita empujó a Jermayoni para que entrara y se estrelló contra la pared – Oi, perdona monina, ha sido sin querer...

- Jua zú

- ¡¡FIFÍ!

- No pasa nada... ya ni me molesta – Ron sacó un pañuelo para limpiarse el escupitajo de la llama, que le había dado en el ojo derecho.

- Perdona guapo, no sé, ¿seguro que llevas el perfume que te regalé? – Tita se dirigió hacia un barreño de madera.

- Sí...

- Así huele, por favor, es que no tenéis clase ni para oler – Jermayoni parecía ofendida.

- Tú cállate que me tienes contenta... – Tita comenzó a remover el contenido del barreño, aparentemente tenía agua – A ver, ¿qué habéis averiguado?

- Pues sabemos que Pelusita está guardando el disco volador, y que varios profesores están guardándolo, uno de ellos es Quirrell, pero Malfoy quiere que le diga cómo pasar a través de sus encantamientos...

- Eso es una tontería – Tita seguía removiendo el barreño – Malfoy también es uno de los profesores que guarda el disco volador. Lo protegen MacGonagall, Quirrell, Flitwig, Turno y Malfoy, además de Pelusita y Dumbledore, han usado hechizos muy poderosos.

- Claro que sí, Malfoy no quiere el disco por su poder, lo quiere para lucirlo, yo creo que lo quiere para eso, digo yo. – Jermayoni seguía con su teoría.

- Qué paciencia tengo que tener con esta cría... ¡¡QUE MALFOY NO BUSCA EL PLATO!! – Tita removía con más fuerza, como si Jermayoni estuviera dentro del barreño. – además, para pasar por Pelusita primero hay que amansarla y sólo yo y Dumbledore sabemos hacerlo.

- ¿Qué tienes ahí aTita? – Zanky estiró el cuello para ver el interior del barreño.

- ¿Esto? Pues... un huevo, lo gané a un desconocido la otra noche en un bar de Hogsmeade... – Tita parecía orgullosa.

- ¡Ostras cocidas! Es un huevo de Monstruo de los lagos, vi uno cuando me raptaron unos importadores ilegales de criaturas mágicas, me confundieron con un duende... – A Zanky le parecía que no conocía lo suficiente a Ron.

- Si... bueno, siempre quise tener uno, tienen unas aletitas más monas... – Tita tenía los ojos vidriosos, miraba hacía el más allá, como si soñara despierta, hasta que Jermayoni comenzó a reírse de ella. - ¿De qué te ríes payasa?

- Payasa lo serás tú, o sea. – La cara de Tita se hinchó de ira.

- Por que me pillas con las manos ocupadas sino te arrancaba los pelos uno a uno hasta hacerte lo mismo que le hiciste a Ron, pobrecito mío, angelito...

- Jua-zú

- ¡¡FIFÍ!! – Tita agitaba más fuertemente el barreño, parecía muy estresada.

- Tranquila, ya me limpio yo... – Ron se limpió el escupitajo de llama con una manga.

- Me estáis agobiando, es que no soporto el estrés – Tita se puso un trapo en la boca y lo mordía con todas sus fuerzas simulando gritos mientras agitaba el agua del barreño.

- Esto... Tita, mejor nos vamos ¿vale? Tenemos que... tenemos que... adiós – Los tres amigos salieron de la cabaña de Tita dejándola desahogarse con ese trapo en la boca.

Pasaban los días y cada vez tenían más trabajos que hacer, los alumnos se pasaban horas en la biblioteca estudiando y preparando apuntes en los pergaminos. En sus tiempos libres salían a tomar el aire o descansaban en la sala común.

- Jo, qué horterada Jana, ¿has visto qué cinturón lleva la cantante de Magical Girls? Por favor, yo veo eso en una tienda y la quemo con el diseñador dentro, de verdad te lo juro. – Jermayoni pasaba sus tiempos libres hablando con Jana sobre moda o poniéndose guapa en el baño de las chicas.

- Jerma, te lo tengo dixo xiquilla, no compre esta revista, vale que su reportaje de los pintalabio está chupi wai pero po favó Jerma, a ve quién es la guapa que no ojea el resto.

- Ya lo sé tía, mira, una y no más ¿eh? Esta es la última vez que compro una revista de menos de un galeón. – Jermayoni parecía indignada, y Jana estaba catando anisetes.

En ese momento entraron Zanky y Ron que venían de la biblioteca cargados con libros y pergaminos.

- Ron por favor, de verdad, o sea, ya vale de pintarte la cabeza, que se nota un montón que es rotulador. – Jermayoni parecía que no podía evitar a Ron cada vez que lo veía.

- Que no es rotulador, jo, son las armaduras del castillo, que me inflan a capones – Ron parecía a punto de llorar – estoy harto de que todos me maltraten... ¿dónde he dejado mi envoltorio del bocadillo? Lo llevaba en el bolsillo para tirarlo...

- He visto a Dracon con él por el pasillo llevándolo como oro en paño – Zanky parecía como si conociera a Dracon de toda la vida – Vamos a guardar todo esto Ron...

Al llegar al dormitorio de los chicos dejaron todo sobre las camas y se tumbaron, estaban cansados de tanto estudiar. Había un ruido en los conductos de lorería, dos tubos alargados que comunicaban la sala de loros con la sala común de Hufflepuff, los conductos atravesaban el lago y transportaban a los loros absorbiéndolos como una aspiradora. Del conducto de llegada apareció Hedwig, el loro blanco que Tita le regaló a Zanky por su cumpleaños. El loro se estrelló contra el suelo y perdió algunas plumas.

- ¡Hedwig! ¿Traes una carta? – Zanky se alegró de ver a su loro.

- Carta para Zanky, carta para Zanky, el mejor amo, el mejor amo, te quiero, te quiero – Hedwig era un loro inusual, siempre hacía la pelota a su dueño.

- Gracias Hedwig, veamos... ¡mira Ron! Es de Tita: “Zanky, el huevo se está moviendo mucho STOP espero que abra esta tarde STOP venid para ver nacer a la criatura STOP te quiero STOP por lo que más quieras STOP no traigas a Jermayoni” – Zanky lo leyó en voz alta. - ¿Existen telegramas en el mundo mágico?

- No...

- Ya... bueno Hedwig, adios, venga, vamos al tubo a que te aspire hasta la lorería.

- Amo bonito, amo bonito – Hedwig se agarraba con sus uñas a los brazos de Zanky, no quería que el aspirador lo absorbiera de nuevo.

- Hedwig, suelta, me haces daño... ay!

- No, no, por favor, por – Zanky consiguió colocar al loro bajo el tubo- favooooooor – Hedwig desapareció dentro del conducto.

- Bueno, pues nada, esta tarde vamos a ver a ese monstruo de los lagos, no sé... ¿tenemos que llevar un regalo o algo? – Zanky se sentía un ignorante.

- No sé... cuando a mí me vendieron a una tribu de magos caníbales veía que a los recién nacidos se les regalaba un dedo humano... – A Zanky a veces le daban verdadero miedo las palabras de Ron.

- Pues como no te lo cortes tú... vamos a decirle a Jermayoni, a ver si se le ocurre algo.

Aquella tarde Ron insistía en escaparse de clase de Lociones para ir a ver el nacimiento, pero Jermayoni decía que antes muerta, así que tuvieron que quedarse en clase del profesor Malfoy aprendiendo a cómo aplicar champú anti-caída en unas patatas.

Al salir de clase dejaron a Jana en la sala común, había recibido un paquete grande lleno de anisetes y prefería quedarse sola a seguir estudiando. Jermayoni recogió un paquetito que guardaba en una bolsa y siguió a Zanky y a Ron hasta la cabaña de Tita, que seguía con las persianas bajadas.

- ¿Tita? – Zanky llamó a la puerta.

- ¿Quién es? – una voz salía de dentro de la cabaña.

- Somos nosotros, venimos a ver el huevo – Jermayoni no pudo contenerse.

De dentro de la cabaña salían maldiciones hacia Jermayoni, hasta que finalmente Tita abrió la puerta y les dejó pasar.

- Vaya, Jermayoni, ¡qué agradable sorpresa tenerte aquí! – la voz de Tita no podía sonar más falsa.

- Lo sé – Jermayoni se atusó el pelo y se sentó en el sofá cruzando las piernas con la bolsa en las manos.

- ¿Ya ha salido Tita? El huevo, ¿ya ha salido? – Ron no paraba de parpadear, parecía no importarle que Fifí estuviera a su lado con una cara de asesina increíble.

- Jua- zú, jua-zú, jua-zú, jua-zú, jua-zú.

- ¡FIFÍ! – Tita se llevó a la llama al piso de arriba mientras Ron metía la cabeza bajo el fregadero.

- Lo siento bonito, de verdad que no entiendo por qué se comporta así contigo, es raro... pues no, está en ello, mirad... – Tita sacó el huevo del barreño y lo puso con cuidado sobre la mesa, se movía, y Tita tenía los ojos vidriosos y cara de madre primeriza.

El huevo se movía, estaba empezando a agrietarse y a asomar algunas partes del cuerpo, Tita no cabía en sí de la emoción, hasta abrazó a Jermayoni.

- Ay, ay que ya está aquí, ¡AY QUE YA ESTÁ AQUÍ! – Tita gritaba sin darse cuenta, y no paraba de dar saltitos de alegría.

El huevo ya estaba abierto, era una criatura extraña, parecía un dinosaurio acuático, el cuello largo, la cabeza pequeña y llena de afilados dientes, cuatro gruesas aletas y una cola musculosa. Tita lo cogió en brazos.

- Oi, que cosa más bonita, ¿quién te quiere a ti? ¿quién te quiere a ti? La mami, la mami, sii, la mami te quiere a ti...

- Tita – Ron sacó un libro de la estantería de Tita – es una leganesi, la misma criatura que se escapó en el lago Ness y decenas de muggles vieron... viven en aguas dulce, en lagos profundos y espaciosos... ¿qué harás con él?

- Ella, es una niñita muy bonita, la llamaré Nessy. – Tita seguía achuchando a su nueva bebé.

- Esto... – Jermayoni tenía cara de asco después de ver los restos del huevo sobre la mesa – Tita... esto lo hemos traído como regalo... – Jermayoni sacó de la bolsa un collar dorado – esperamos que te guste para... ¿Nessy?

- Oi... gracias querida – Tita puso el collar a la leganesi – ¿quieres llevarla un poco en brazos?

- No... no, da igual, aún está pegajosa... – Jermayoni parecía que tenía un trauma, había presenciado un nacimiento y había visto los restos naturales de todos los nacimientos.

- Yo si, yo si, por favor Tita, por fa, por fa – Ron parpadeaba mucho.

- Toma Ron, bonito. – Tita le pasó a Ron la criatura con cuidado.

- ¡Cómo pesa! Jijiji, es como un bebé grande, molaaaAAAAAAAH!!!! Me ha mordido, ¡¡¡aaaah! Mi brazo, mi brazo, me desangro, ¡¡¡me desangro!!! – Ron soltó a la leganesi sobre la mesa y se tapó la herida.

- Ay mi Ron, tranquilo, tranquilo, a ver, primero, casos de emergencia – Tita parecía concentrarse – primero... mi Nessy a su barreño, después... ¿qué es eso?

Todos miraron hacia la chimenea, vieron unos pelos rubios asomar de ellos y una voz que decía “subidme, subidme”.

- ¡¡Es Dracon!! ¡¡Y se ha llevado uno de tus troncos de leña!! – Zanky cayó poco después en la situación - ¡¡Y sabe lo de Nessy!!

- ¡¡QUE ME LLEVÉIS A LA ENFERMERÍA!! – Ron seguía tapándose la herida.

Los días pasaban, Ron pasó en la enfermería varios días porque según la enfermera tenía una arteria cortada en dos y necesitaba tomar píldoras sanguíneas cada diez minutos. Zanky y Jermayoni vigilaban de cerca de Dracon, que siempre les saludaba con una sonrisa sospechosa, no se fiaban de él, aún no había contado nada a nadie pero no sabían cuánto duraría esa situación. Pasaban por las tardes a visitar a Tita, a veces la encontraban en el gran lago pescando peces para alimentar a Nessy.

- Tita, nos preocupas – Tita estaba sentada en una mecedora frente a una ventana por donde entraba el sol, llevaba ropa de madre primeriza y en brazos a Nessy vestida con patucos y ropa hecha con punto de cruz, además de un sombrerito rosa. – Esto no es normal.

- Ssssh, estoy dándole el biberón – Tita tenía ojeras, parecía más loca que la profesora Hoock.

- Tita, tienes mala cara, en serio, o sea, deja que te ponga unos pepinos en los ojos – Jermayoni se dirigió hacia la nevera.

- No come verduras, sólo peces, me paso las noches pescando, no he dormido en tres días, pero no tengo sueño... mi hija me necesita.

- ¿Hija? Tita, en serio, tienes un problema, esta situación es insostenible, Nessy pesa setenta Kilos y sólo tiene varios días de vida.

- No es gorda, es que es de esqueleto ancho... mi hijita es muy guapa, muy guapa – Tita seguía balanceándose con la leganesi en brazos intentando escapar.

No conseguían hacer entrar en razón a Tita, llegaron a la sala común y vieron algo rojo en dirección a los dormitorios, posiblemente un loro. Zanky fue hasta su dormitorio mientras Jermayoni arrastraba a Jana, que se había dormido en un sofá con la bolsa de anisetes en una mano.

- No enciendas la luz por favor. – Era Ron, parecía que hubiera estado llorando.

- ¿Por qué? – la encendió - ¡Ostras! ¡Chewbacca!

- ¿Quién? – Ron parecía aturdido.

- ¿Ron? – Zanky no salía de su asombro, Ron no era Ron, parecía a Chewbacca, de Star Wars, cubierto de pelos pelirrojos de medio metro por todas partes. - ¿Eres tú?

- Siii – La “cosa” comenzó a llorar, o eso parecía – Me tomé una poción crece pelo que robé de la enfermería para recuperar el pelo que me cortó Jermayoni y... y... – Ron siguió llorando.

- Pero... ¿y por qué estás desnudo? – Zanky seguía con los ojos abiertos, incrédulo.

- Por que no me caben los pantalones, snif, ¿qué hago Zanky? ¿qué hago?

- Pues... de momento no te me acerques, que me das miedo, Ernie se ha dormido, no le despiertes – Zanky intentó pensar. - ¿Tienes la máquina de cortar el pelo por ahí?

- Si, pero no funciona, ya he probado a cortarme el pelo pero crece rápido. – Ron se escondió debajo de las sábanas de su cama.

- Vale, bueno, por la ropa no te preocupes, tengo por ahí algo de mi primo que seguro que te viene bien... seguro que son efectos secundarios y en unos días se te pasa. – Zanky no sabía si era así.

- No sé Zanky, soy muy especial para estas cosas...

Al día siguiente Zanky vistió a Ron con las ropas de Dudley, le quedaban bien con tanto pelo, así que sólo parecía un hombre lobo con la cabeza, las manos y los pies llenos de pelo, no habían zapatos lo suficientemente grandes. Al bajar a la sala común sólo estaba Jermayoni esperando, el resto de alumnos ya estaba en el Gran Comedor desayunando.

- Por mi kit de maquillaje ¡¡Chewbacca!! – Jermayoni sacó la varita.

- No... es Ron

- Pfff ¿Ron? Jajajaja – Jermayoni se tiró al suelo, no le importaba mancharse su blusa nueva, la risa le impedía ser pija. - ¿Ron? Ai que me parto, o sea, ¿Ron?

- Calla... calla, que todo esto es por tu culpa – Ron intentó echarse el pelo para atrás, para conseguir ver algo.

- Por favor Ron o sea, ¿qué has hecho?, oiiii, no te pienso dejar mi champú, que seguro que no me dejas nada, jajajajajaja – Jermayoni seguía restregándose contra el suelo.

- Jermayoni, ¿sabes algún remedio para esto? – Zanky intentaba aguantarse la risa.

- No... o sea, a ver, mi magia en belleza es muy limitada, yo me sigo depilando a cera, o sea, el pelo es algo en partes que no sea la cabeza no lo domino bien. – Jermayoni se limpió las lágrimas de los ojos. – Si quieres... te hago la cera Ron.

- Ni pensarlo – Ron volvió al dormitorio, pero antes se detuvo - ¿duele mucho?

- No, apenas, ya verás, ni lo notas, o sea, sólo sientes calorcito agradable cuando se pone la cera, ya el estirón es como hacer cosquillas – Jermayoni sacó de su bolso un kit de emergencias, y comenzó a sacar la cera.

- Está bien... ¿dónde me pongo?

Sentaron a Ron en un sillón y Jermayoni pidió a Zanky que lo sujetara con fuerza. Se le aplicó la cera caliente en una pierna y tras reposar, Jermayoni estiró con mala uva.

- ¡¡¡AAAAAAAAAAAAAH!!! ¡¡POR FAVOR, PARA, PARA!!

Jermayoni siguió aplicando la cera, y Ron no paraba de chillar y patalear.

- Veo la luz, veo la luz, me llaman del más allá, me reuniré con mi perro Skipy, ya voy... ya voy – Ron parecía delirar.

Se oyeron ruidos en uno de los tubos de los loros y algo parecía haberse atascado. Los ruidos continuaron y empezó a asomar una mano, un brazo y una cabeza. Tita estaba saliendo del conducto de absorción de loros.

- ¿Qué le estás haciendo a Ron? Suelta eso so pija, ojalá me dejaran abandonarte en el Bosque Prohibido, por favor, qué ganas te tengo pija, ¡más que pija! ¿dónde está Ron?

- Aquí estoy – Ron levantó la mano.

- ¿Ron? ¿Pero qué? No pasa nada, tranquilo, tú te vienes conmigo a ca Rogelia y te arreglan en menos que se dice pija, tranquilo, no te preocupes – Tita alzó a Ron en brazos y lo colocó bajo el tubo de absorción, empujó a Ron hasta que desapareció de la sala común y se despidió de Zanky y Jermayoni, con ella con un gesto amenazante simulando un corte en el cuello.

Esa misma tarde Zanky y Jermayoni fueron a casa de Tita, la encontraron cavando en el jardín un hoyo, con cara de preocupación.

- ¿Qué haces Tita?

- Estoy... estaba cavando para hacer una piscina para Nessy, pero... no puedo, no puedo... Nessy ya no cabe en la bañera, hasta el jacussi que compré se le ha quedado pequeño, la veo mal, no aprende a nadar, los manguitos no le sirven, no sé qué hacerle... creo... creo que hay que dejarla en libertad – Tita simuló que le había entrado algo en el ojo y al rascarse se llenó la cara de tierra.

- Ya te lo dijimos, o sea, y por favor, límpiate la cara, te has llenado de tierra, y esa ropa, es horrible – Zanky dio un codazo a Jermayoni para que parara.

- Te advierto que el Bosque Prohibido está a dos pasos de aquí querida. – Tita se acercó a Zanky mientras Jermayoni retrocedía unos pasos.

- Zanky, tienes que ayudarme a liberar a Nessy en el gran lago, yo no puedo, no puedo verla marchar, prefiero que seais vosotros, y tiene que ser de noche, que nadie os vea, os mandaré un loro cuando esté lista para despedirme. ¿Y Ron?

- No lo sé, está encerrado en los dormitorios, dice que no saldrá hasta que vuelva a tener pelo...

- Pobrecito, imagino que pasará frio sin cejas... Rogelia es así, no domina las tijeras pero su hijo...

A las pocas horas Zanky recibió en el Gran Comedor un loro de parte de Tita que decía “Esta noche STOP Nessy libre STOP”, Zanky guardó la nota en su bolsillo y siguió comiendo, hablando con Jermayoni y Jana sobre Ron.

Al volver a la sala común se dio cuenta de que había perdido la nota, no le preocupaba demasiado, nadie sabía lo de Nessy. Al anochecer bajaron Jermayoni y él bajo la sábana invisible hasta la cabaña de Tita.

- Así que esta es la sábana invisible de la que me hablabas, yo le haría unos encajes magníficos en esta zona que... vale, no lo alargaré más... he metido a Nessy en esta jaula de juncos junto con sus muñecos y trajes, en cuanto la liberéis en el lago iros al castillo, no quiero saber nada, no quiero... – Tita dio un besito a Nessy y salió corriendo hacia el piso de arriba - ¡Cómete la empanada que hay en la mesa!

Jermayoni y Zanky dejaron la sábana al llegar a la orilla del lago, abrieron la jaula y dejaron a Nessy, de unos cien Kilos, libre en el lago, nadando y buceando, parecía feliz.

- Hola chicos, ¿qué hacéis? – Era Ernie, acababa de llegar del castillo.

- Ernie... ¿qué haces aquí? – Jermayoni y Zanky simularon normalidad.

- Venía a avisaros de algo... pero se me ha olvidado...

- Estais castigados – Era la profesora MacGonagall con Dracon a su lado, con una sonrisita de satisfacción – Granger, MacMillan, Potter y Malfoy, por andar despiertos por las noches, cincuenta puntos menos a cada uno.

- De eso os iba a avisar... – Ernie parecía arrepentido.

6 comentarios.

  1. Anónimo dice:

    Jajajaj, quien te quiere a ti, quien, la mami , la mami, como se me va la pinza.

    titaroci

  2. Anónimo dice:

    ¡Jajaja! ¡Pobre Ron! ¿o Chewbacca? xDDD ¡Qué castigo para él tener a Jermayoni como amiga! ¡Con cera lo quería depilar! ¡Pobre Ronnie!

    Las cartas de tita son lo más STOP Me dio lástima el loro Hedwig STOP tener que irse por ese tubo.

    ¡Wiii! Estoy anciosa por conocer el final!

    BeSiToS...!

    sofidepotter

  3. Bettynet dice:

    Mis momentos favoritos:

    - Jo que plasta, bueno, vale, total, Dracon ya nos ha quitado las plumas...

    Jajajaaa, el Dracon no tiene remedio, luego le quita el envoltorio, luego el leño de la chimenea... qué risa :D

    - ¡Pasad, rápido! – Tita empujó a Jermayoni para que entrara y se estrelló contra la pared – Oi, perdona monina, ha sido sin querer...

    La relación Tita-Jerma, que se llevan a matar, cada vez que Jerma se mete con tita y tita la amenaza me parto :)

    Muy divertido chicos! Gracias!!!

  4. Bettynet dice:
    Este comentario ha sido eliminado por el autor.
  5. Anónimo dice:

    jaja me encanta como amenaza tita hagrid a jerma. le dice lo mismo que tita a las lobas que nos acercamos a zanca XDD

    por cierto, quiero biografia de ron pre-zankypotter. que vida tan intensa ha tenido ete chico con lo jovencito que es....O.o

    Mia

  6. Por mi kit de maquillaje!!
    JAJA
    Veo la luz, veo la luz...
    jajaja que risa.. ='D

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