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12 enero 2013

Capítulo 34: Priori Incantatem



Voldiport dio la orden a Cosita para que desatara de la estatua y le diera su varita a Zanky.

-          Vamos a ver qué clase de mago eres, Zanky, nos batiremos en un duelo. Así que… ¡inclínate!

-          Sí hombre, tengo yo la espalda ahora como para inclinarme, tú flipas –respondió Zanky.

-          ¡Será posible! El respondón éste… pues si no quieres inclinarte por las buenas…

Voldiport levantó su varita y Zanky notó que algo le obligaba a inclinarse.

-          Ay, mis lumbares…

Todos los mortífagos formaron un corro alrededor de Voldiport y Zanky, y comenzaron a vitorear a su líder y a gritar “¡¡Pelea, pelea, pelea, pelea!!”, se lo estaban pasando bomba.

-          ¡Venga, venga! Quiero sangreeee, sangreeee –dijo Voldiport, emocionado, y lanzó una maldición a Zanky- ¡Crucio!

Zanky se retorció de dolor, le dolía cada parte de su cuerpo y estuvo a punto de perder el sentido. Abrió los ojos y no sabía dónde estaba.

-          Un Colacao y un par de magdalenas por favor, Laurerta.

-          ¡Esto es muy divertido! –confesó Voldiport, dando palmas- ¡Quiero más! Ahora, Zanky, ¡pide piedad! Humíllate ante mí, ¡muajajajaja!

-          ¡No! –se negó Zanky- Pídela tú, ¡no te digo!

-          Oy lo que me ha dicho –se ofendió Voldiport mientras los mortífagos decían “uuuuuh”- ¡Imperius!

La maldición alcanzó a Zanky y éste comenzó a sentirse bien. Estaba como flotando en una nube de azúcar y le importaba todo un pimiento. De pronto oyó una voz que decía “Pídeme piedad, di que el Voldi es el mago más molón y guay del universo”. Zanky estaba tan relajado que hubiera hecho todo lo que le dijeran, pero se negó. ¿Qué necesidad hay de abrir la boca? Ninguna.

“¡Que digas que Voldi es el mago más molón y guay del universo!” repitió la voz. “Que me dejes en paz” pensaba Zanky. La maldición se rompió sin ningún resultado, lo cual frustró a Voldiport.

-          ¡Qué crío más cabezota! –protestó, mientras los mortífagos se miraban unos a otros y cuchicheaban- ¿Qué le cuesta? Si es que es mala gente… ¡Crucio!

Pero Zanky estuvo rápido y consiguió evitar la maldición escondiéndose tras la tumba del padre de Voldiport.

-          ¡No te escondas, cobarde! Esto no es serio…

Zanky tenía mucho miedo, acababa de darse cuenta de que tal vez Voldiport quisiera hacerle daño… ¡tal vez incluso matarlo! De forma que no tenía otra opción, tenía que soltar su arma pesada:

-          Te has pasado Voldiport, me has hecho daño, me voy a chivar a Tita Hagrid, le voy a decir que me has hecho un Crucio y se lo explicaré para que sepa qué es.

Voldiport pareció palidecer. Los mortífagos que hacían corrillo se callaron.

-          ¡Si no ha sido para tanto, hombre! La juventud de hoy en día, que no soportáis bien el dolor… el Crucio se lo hice al sobrino de Severus hace unos años jugando con él y no pasó nada, ¿verdad Severus? ¡si hasta se divirtió!

Severus se giró hacia otro mortífago y comentó en voz baja:

-          Ahora el pobre está en San Musgo conectado a una máquina de por vida…

-          Va, Zanky, no hay que meter a la gala en esto… -insistió Voldiport- ¡sólo estamos jugando! Venga, sal…

-          ¡No pienso salir!

-          ¡Que salgas! Si es que no le dejan a uno ser malo en condiciones, joo.

-          ¡He dicho que no salgo y no salgo!

-          ¡Oish el niño este! –Voldiport se estaba impacientando- Que salgas a la de 1… a la de 2… -Zanky no salía-, a la de 2 y medio… 2 y tres cuartos…

Un mortífago dio un paso al frente y comentó:

-          Mi señor… ¿por qué no va usted a sacarlo de su escondite?

-          ¡Pues tienes razón! Qué cabeza tengo… con una estupenda melena, sí, pero algo entumecida por pasar tanto tiempo sin cuerpo…

Voldiport dio unos pasos en dirección a la tumba donde se había ocultado Zanky, dispuesto a sacarlo por las malas. Algunos mortífagos aún no podían evitar reírse por sus extraños movimientos debidos a su cuerpo deforme.

Estaba perdido, Zanky tenía dos opciones: quedarse quieto y esperar a que Voldiport lo matase o salir a defenderse y acabar muerto de todas formas. Lo echó a cara o cruz y salió lo segundo. De forma que se armó de valor, agarró con fuerza su varita y escribió con ella en una piedra: Zanky estuvo aquí. Luego se levantó y se encaró a Voldiport, que casi cae tropezando con su túnica.

Zanky miró los ojos rojos de Voldiport.

-          ¡Avada Kedavra! –un chorro de luz verde salió de la varita de Voldiport, dispuesto a matar a Zanky.

-          ¡Cosquillus! –se le ocurrió decir a Zanky, fue lo primero que le vino a la cabeza, y un rayo de luz roja salió de su varita, chocando con el chorro de luz verde.

Ambos mantuvieron su posición a pesar de que las varitas comenzaron a vibrar brutalmente. Los chorros de luz de ambas varitas se mantenían en contacto, pero pronto hubo una reacción. De la unión de ambos hechizos comenzó a salir una especie de velo en forma de campana que cubrió tanto a Voldiport como a Zanky y sus hechizos, elevándolos unos palmos del suelo.

Los Mortífagos, alrededor, estaban emocionados, diciendo cosas como “qué bonito”, “qué guapo está nuestro señor” o “¡mira, una mosca!”.

Comenzaron a salir unos filamentos dorados que parecían telarañas alrededor de los dos hechizos. Zanky pudo oír algo en su varita, ¡le estaba hablando! Parecía el canto de un pavo real.

-          Turururururú, Zanky turururururú, ¡no sueltes la varita! Turururururú.

La varita de Voldiport fue alcanzada por los filamentos dorados y comenzó a gritar, lanzando insultos. Voldiport estaba preocupado, pero no soltaba la varita por dignidad, parecía no saber qué estaba ocurriendo.

De la varita del señor oscuro surgió una uña transparente que cayó al suelo, Cosita se hizo el sueco.

Seguidamente un Cedric transparente surgió también de la varita de Voldiport, situándose junto a Zanky y animándolo:

-          Venga, Zanky, aguanta, ¡que tú puedes!

Un señor mayor con una trompetilla en un oído fue el siguiente en aparecer.

-          ¿M’ANDE? ¿QUE EL CRÍO ERA UNA MAGO? ¡AGUANTA NIÑO!

Una señora de pelo casposo apareció también, llevaba una de las típicas túnicas caras de terciopelo del Ministerio de Magia, debía ser Berta Hopkins, secuestrada por Cosita.

Los tres espectros animaban a Zanky a seguir con la varita conectada a la de Voldiport:

-          Zaaaaanky, Zaaaaaanky, Zaaaaaanky –gritaban.

Un siguiente espectro surgió de la varita de Voldiport, era una mujer pelirroja, parecía incluso gótica. Zanky la reconoció enseguida, era Lila, su madre. Zanky estaba muy emocionado, a lo mejor le traía galletas.

-          Aguántale ahí, Zanky, que no se diga. ¡Ah! Y hazte notario, hijo. Papá viene en camino.

Una siguiente nube blanca se transformó en Jaimito Potter, el padre de Zanky.

-          Bien Zanky, escúchame atentamente –dijo.

-          Que me haga notario, sí… ya me lo ha dicho mamá.

-          No le hagas caso, mejor futbolista. Pero no es eso, escucha.

-          ¿Futbolista? No hagas caso a tu padre, ¡notario! Y punto en boca, Zanky –protestó Lila.

-          ¿Quieres dejarme hablar, Lila? Siempre igual… escucha Zanky, en cuanto yo te diga tienes que soltar la varita y romper la conexión, corre hacia la copa, te devolverá a Hogwarts, allí estarás seguro.

-          ¡Pero me matará antes de llegar a la copa!

-          Nosotros le entretendremos, hijo –dijo Lila- contamos con una política y un jubilado, expertos en distraer a la gente.

El espectro de Cedric dio un paso hacia Zanky.

-          Llévate mi cuerpo, quiero que honren mi muerte con un monumento.

-          ¿Algún recado más? –dijo Zanky, sarcástico, ya con las manos llenas de cayos de sujetar la varita.

-          Ya que lo dices… -comenzó a decir Berta- ¿Puedes decirle a mi madre que…?

-          ¡YA! –gritó Jaimito.

Zanky bajó su varita. Todo el numerito de luces y efectos especiales desapareció, poniendo tristes a los mortífagos que aún no entendían nada. Corrió hacia la copa, pero no pudo llegar porque estaba rodeado por mortífagos, de modo que se ocultó tras una tumba.

 Los fantasmas corrieron hacia Voldiport para entretenerlo.

-          ¿A que no me pillas?

-          ¿Onde etá el bebé? Aquí taaaa.

-          ERA 1940, ACABABA DE EMPEZAR LA SEGUNDA GUERRA MUNDIAL CUANDO…

-          Bajaremos los impuestos, subiremos las pensiones y aumentaremos las becas de comedor.

Voldiport estaba abrumado y algo confuso, no vio aquel paraguas que aterrizaba en el cementerio sobre un grupo de mortífagos que amortiguaron su caída. Eran Tita y Fifí.

-          Se me ha atascado el paraguas, Fifí, ciérralo anda, que tengo cosas más importantes que hacer. VAMOS A VER ¿QUÉ ESTÁ PASANDO AQUÍ? ¿¿DÓNDE ESTÁ MI ZANKY??

Tita vio un cuerpo inerte en el suelo y corrió hacia él, atacada de los nervios.

-          ¡AY QUE ME HAN MATADO A MI ZANKY! –giró la cabeza del cuerpo y descubrió que era el de Cedric- ¡Ah! Este no es –y le dio una patada para apartarlo- ¡ZANKY! ¡¡¡¡ZANKYYYYYYYYYYY!!!! –llamó Tita.

Mientras, los mortífagos comenzaban a ponerse nerviosos por la presencia de la gala y Voldiport seguía confuso por las distracciones de los espectros.

-          ¡TITA! ¡Estoy aquí!

Tita vio a Zanky asomado tras una tumba.

-          ¡¡Tengo que llegar a la copa!!

-          Olvida la copa Zanky, no me seas Charlie, ¿no ves que estás en peligro?

-          ¡La copa es un traslador, me devolverá a Hogwarts! Pero tengo que llevarme el cuerpo de Cedric.

En ese momento los espectros desaparecieron y Voldiport vio el panorama.

-          ¡Que no escape Zanky! ¡¡Atacad a la gala!! –ordenó a los mortífagos.

Una lluvia de hechizos comenzó a iluminar todo el cementerio.

-          Fifí, ¡cúbreme!

-          Jua zú zú zú zú zú zú zú.

Tita salió corriendo hacia Zanky y se ocultó junto a él tras la tumba.

-          Toma, están recién hechas –y le dio a Zanky una bolsa con galletas de chocolate, se fijó en el mal aspecto de Zanky y su cara comenzó a ponerse roja de ira- ¿Qué te han hecho? ¡AY QUE ME LO HAN MUTILADO!

-          Tranquila Tita, estoy bien, pero me ha lanzado varios Crucios.

-          ¡¡TE HAN DEJADO PELÓN!! –dijo, señalando el trasquilón que le había hecho Cosita en la cabeza- Ahora dime, ¿quién es el jefe?

-          ¿Pues quién va a ser, Tita? ¡VOLDIPORT! Ha vuelto.

-          ¿El melenas? ¡No fastidies! –Tita se asomó para tratar de localizarlo- Está bastante desmejorado… Pero ahora lo importante es ponerte a salvo. Ponte esto –Tita le puso a Zanky unas orejas de conejito en la cabeza- Hazme caso, es una técnica infalible de camuflaje, así no te reconocerán y no te atacarán. ¡Vamos, coge el cuerpo de Ceci y yo te llevo volando a la copa!

Lo de “volando” fue literal. Zanky corrió con las orejas de conejo y agarró el cuerpo de Cedric. Luego Tita elevó a Zanky por los aires y lo lanzó hacia la copa volando entre una batalla épica entre los mortígafos y Fifí y Tita.

-          ¡¡VENID PA’ CA’!!

Tita se arremangó mientras sacaba el plato, con la lengua fuera apuntaba hacia un punto concreto. Lo último que oyó Zanky antes de aterrizar sobre la copa fue:

-          ¡¡¡NOOOOOOOOOOOOOOO!!! ¡¡MI PELO!! Tita, ¡¡me las pagarás!!


Cuando los ojos de Zanky volvieron a abrirse estaba en Hogwarts frente al laberinto, ante el público que vitoreaba.

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